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SILENCIO, COMPOSTELA

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Silencio
Compostela:
Quedan prohibidas todas aquelas pingueiras que produzan son...
A música deulle sentido ao silencio
Quen son os “chorosos niquitates...
ruins loubadores d'un poder crudel ?? que decía Curros
que a queren silenciar..??
Quen son...??
SON...,
son os da “paz “!!
Quen son...??
SON...,
son os da paz,con minúsculas,
SON,SON
son,os da “Paz.SL.”
ESA..., sin TON nin SON
a de mazmorra e censura
a de pau e tente teso, decía Suso Baamonde
a cañí de pandereta
ESA...,esa,
a da “lei...”,
a da lei mordaza!!
Que os silencios que a música crea
meneen as cadeiras
de ésta infame grea
08-04-15
Manolo Bacalhau

Para hacer un poema dadaísta, Tristan TZARA

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Manifiesto




Para hacer un poema dadaísta

Tristan TZARA

Coja un periódico.
Coja unas tijeras.
Escoja en el periódico un artículo de la longitud que cuenta darle a su poema.
Recorte el artículo.
Recorte en seguida con cuidado cada una de las palabras que forman el artículo y métalas en una bolsa.
Agítela suavemente.
Ahora saque cada recorte uno tras otro.
Copie concienzudamente
en el orden en que hayan salido de la bolsa.
El poema se parecerá a usted.
Y es usted un escritor infinitamente original y de una sensibilidad hechizante, aunque incomprendida del vulgo.
 


Un ejemplo:

cuando los perros atraviesan el aire en un diamante como las ideas y el apéndice de la meninge señala la hora de despertar programa (el título es mío) premios son ayer conviniendo en seguida cuadros / apreciar el sueño época de los ojos / pomposamente que recitar el evangelio género se oscurece / grupo el apoteosis imaginar dice él fatalidad poder de los colores / talló perchas alelado la realidad un encanto / espectador todos al esfuerzo de la ya no es 10 a 12 / durante divagación caracoleos desciende presión / volver de locos uno tras otro sillas sobre un monstruosa aplastando el escenario / celebrar pero sus 160 adeptos en paso en los puestos en mi nacrado / fastuoso de tierra plátanos sostuvo esclarecerse / júbilo demandar reunidos casi / de ha la uno tanto que le invocaba de las visiones / de los canta ésta ríe / sale situación desaparece describe aquella 25 danza salve / disimulé todo de no es fue / magnífica la ascensión tiene la banda mejor luz cuya suntuosidad escena me music-hall / reaparece siguiendo instante se agitar vivir / negocios que no prestaba / manera palabras vienen esa gente




De: Siete manifiestos DADA

Tusquets editor, Barcelona, 1972

Tres poemas de Manuel González

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Tres poemas de Manuel González | Tam-Tam Press

Manuel González. © Fotografía: Óscar Monedero.

Manuel González. © Fotografía: Óscar Monedero.



Tres poemas de “Cicatrices en los bolsillos”

No te engañes
No te engañes amigo
la felicidad reside en lo cotidiano,
justo antes de esos momentos
cuando se estiran luces y desengaños
y la ciudad enseña su cara
por debajo de la puerta.
Reconciliarme con mis derrotas,
perderme en Buenos Aires,
hablar tu idioma,
llevar los bolsillos llenos de estrellas.
Que alguien me regale una camiseta
de los Rolling Stones,
su cremallera abierta las veinticuatro horas,
gritar la verdad con el puño en alto
y que entren en razón los antidisturbios.
Ver a obreros comiendo en restaurantes de moda,
arreglar mis paredes
y acostarme contigo.
Poner tu nombre a mi cuaderno,
adornar habitaciones con objetos perdidos,
tomar café con la Señora de la limpieza
a la que nadie saluda,
y parecerme de lejos
al protagonista de tus películas favoritas.
Portada del libro.
Portada del libro.
Creo
Creo en la verdad desbordada en tu pecho.
Los cristales empañados del coche
cualquier noche entre semana.
En la luna de Panero
y el banco del parque
que no traiciona mis cuentas.
En las jornadas de puertas abiertas.
La biblioteca que compartimos.
Los ceros a la izquierda
y el resultado final
donde perdemos los mismos de siempre.
Creo en los bares de buena muerte
llenos de gente con la verdad esposada.
En las cartas sin postdata
porque ya está todo escrito.
En perder varias cabezas por tu misma causa
y el denominador común de nuestras bocas.
En no salir vivo de este poema.
Los pequeños sonidos de la casa.
Las películas que vemos a medias
bajo la manta verde
y la novena compañía
peleando por la libertad de otros
a cambio de llamarles exiliados.
Creo en los necios
porque mi silla no necesita su respaldo.
En vaciarme hasta volver a mi punto de encuentro.
En el ejemplo de los poetas malditos
y esas cosas tuyas
que todavía me sorprenden.
Recuerdo
Recuerdo aquel sábado.
Recuerdo quedarme sin aire en medio del bar
a pesar de las corrientes provocadas
por tu pelo demasiado suelto.
Acercarme a ti sin cartas de presentación
como quien cruza la calle sin cedas el paso
porque al otro lado, de repente,
todas las canciones cobran sentido.
Sonreírnos sin guardar distancias de seguridad.
Hablar entre juegos de palabras
dejando al lado tratados y cláusulas
que no pensábamos cumplir.
Olvidarnos de todo,
también del resto.
Desprendernos de etiquetas,
de salidas sin puertas de emergencia
y pedirte que te abras de piernas
para celebrar mi lugar en el mundo.

Sobre el autor

Manuel González (San Sebastián, 1971) vive en Valladolid desde 1987. Desde muy joven se sintió inclinado hacia la literatura. Le marcó ser alumno durante dos años de Miguel Casado, poeta y crítico literario, quien le aconsejó cursar estudios de Filología hispánica. Empezó a publicar en diversas revistas literarias de Valladolid, donde obtuvo el premio de poesía de la revista “Poetas a corazón abierto”, de la cátedra de tertulia poética José Zorrilla,
Su primer libro, “Eslabón roto”, salió a la luz en 2011. En 2014 publicó su segundo libro, “Diario de una tristeza”, en la editorial Origami. En mayo de 2015 obtuvo el premio nacional de poesía “Treciembre” con su poemario “Interiores”, prologado por José Jiménez Lozano —premio Cervantes 2002—. Ha sido incluido en varias antologías, tales como “Viernes del Sarmiento” (editorial Azul, obra cultural BBVA), “Escritores por Ciudad Juárez” (Ayuntamiento de Salamanca) y “Poetas de Valladolid” (Amargord, 2015).

Olalla Cociña e Ildefonso Rodríguez: “La mano que enciende la luz” | Tam-Tam Press

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Olalla Cociña e Ildefonso Rodríguez: “La mano que enciende la luz” | Tam-Tam Press



Olalla Cociña e Ildefonso Rodríguez durante su intervención en la Semana Salvaxe de 2013.

Olalla Cociña e Ildefonso Rodríguez durante su intervención en la Semana Salvaxe de 2013.



Cuarta entrega dedicada a recordar a los poetas que han pasado por la Semana de Poesía Salvaxe de Ferrol en los últimos ocho años, de la mano de uno de sus fundadores, Karlotti Valle. En esta ocasión nos detenemos en la poeta gallega Olalla Cociña y el poeta y músico leonés Ildefonso Rodríguez, quienes, en la Semana Salvaxe de 2013, según recuerda Karlotti: “leron os seus poemas agrupados baixo uns rótulos como aqueles do cine mudo, atraídos por afinidades azarosas ou electivas, buscando correspondencias, enxertándose. Poemas e tamén música: un acordeón, un saxo alto que improvisaron e se responderon un ao outro. Agora parécenos axeitado amosar así a conxunción dos nosos poemas, tal como sucedeu…”.

: : Poemas ensartados de Olalla Cociña e Ildefonso Rodríguez

LA MANO QUE ENCIENDE LA LUZ
Uno que, al entrar en la habitación a oscuras, vuelve a preguntarse: ¿de quién es la mano que va a encender la luz?
*
ninguén sabe como espertou hoxe
de onde viña
que vestidos por debaixo da pel
manchados de que estraña materia os zapatos
como era a linguaxe que lle enredou as pálpebras
por que un arreguizo cando recuperou o sentido
da mañá, da realidade
abrir as contras: quedar sen voz
nun instante alguén entrou e apagou a luz do cuarto
esa mao que se mete pola regaña da porta
e pulsa o interruptor sen permiso
como se quixese apurar as moitas horas que restan aínda
para que chegue a noite outra vez, outra vez a noite
ninguén sabe, ninguén se atreve a adiviñar
xiran ao seu redor coma un exército de motoserras
preguntan exclaman ofrécenlle comida
moven abanos sacoden sabas
has falar cando teñas algo que dicir
ela descobre os ollos a un pranto baleiro, seco
e fica muda
ninguén sabe contra que fronteiras se fraguou
esa afonía
nin ela
*
Desde hace días tengo en la cabeza un baile circular, un ritmo al que me entrego en un juego peligroso. No va, por ahora (hasta que encuentre su acomodo) ni para adelante ni para atrás. Se atrancó esta frase, le doy vueltas, pruebo con ella pulsos verbales: que no apaguen la luz en la escalera que en la escalera no apaguen la luz.
Me he dejado encandilar por los sueños que despiertan con un grito. Pero también por aquellos que polucionan sentido a lo largo del día. Pues, tal como oí en el mensaje telefónico que me dejó una amiga (Olvido): “No soñamos sin hablar, nuestros sueños están entre los dientes” (y eso era todo, aquella sentencia imantada. Me pareció que se agitaba, al oírla, el tendal de un sueño a la luz del día). Es de René Nelli y lo dice todo: el sueño se derrama en la escritura.
Desperté gritando: No quiero que me apaguen la luz en la escalera. Y ese grito tiene su acomodo, su historia. Sólo puedo contarla ahora así (la microexperiencia improvisada, la conjetura diurna lateral, como llama a los sueños el escritor mexicano Hugo Iriart), así:
Estoy paralizado, clavado en la escalera, porque se ha ido la luz (aquella que venía del molino, la fábrica de la luz, la veíamos lucir en la distancia, desde la ventana, más allá de las eras). Ni para arriba, ni para abajo, y ahí rompe el grito. Pego el grito porque oigo y siento una resonancia hueca, suena una voz en la caverna que, de pronto, es la casa entera a mis espaldas, mientras iba bajando la escalera tan sabida, una oquedad, un hueco inmenso, la casa es caverna, no, es mastaba, casa de los muertos es: todo lo que en la oscuridad me rodea (se apagó la luz) es soledad, me he quedado solo y no quiero pensar en esa mano que tendrá que pulsar el interruptor. Mano sobre mano del que se ha quedado solo, ciego en la oscuridad.
Ay cabeza adornada con plumas, ay cabeza emplumada, por qué tienes que soñarlo todo.

Sobre los poetas

Olalla Cociña Lozano (1979, Viveiro) publicou os libros As cervicais da memoria (premio de poesía Avelina Valladares, 2004), Aquí (intemperies) (2006), Libro de Alicia, (premio de poesía Fiz Vergara Vilariño 2008) e Ningún precipicio (ed. Toxosoutos, 2013). Participou nas publicacións colectivas Das sonorosas cordas. 15 poetas desde GaliciaPoetas con RosalíaVolverlles a palabraLetras novasSentimentalismo. Antoloxía de referencia. Etapa de implantación e Novas de Poesía, entre outras.
Súa é a autoría dos blogs reveladora.blogspot.com e acordome.blogspot.com. Desde outubro de 2011 coorganiza en Santiago o ciclo de lecturas poéticas Picaversos xunto a Branca Novoneyra.
Ildefonso Rodríguez (León, 1952) es miembro fundador de las revistas Cuadernos leoneses de poesía y El signo del gorrión. Saxofonista, dedicado al jazz y a la improvisación libre –en formaciones como Sin Red, Quinteto Cova Villegas, Dadajazz, la Orquesta Foco o la Orquesta Carníval–, dirige un aula-taller de la misma materia en la Escuela Municipal de Música de León.
Su obra poética ha sido reunida en el volumen titulado Escondido y visible (ed. Dilema). Ha publicado el libro de narrativa onírica Son del sueño (Ave del Paraíso), Disolución del nocturno, libro complementario del anterior (Amargord) y un ensayo sobre poesía y música, El jazz en la boca (Dossoles). Ha recibido el premio de poesía Rafael Alberti y la Bienal de Poesía Provincia de León. Su última publicación es el libro-disco Inestables, intermedios (Eolas, León, 2014).
En la actualidad, colabora con la revista digital de cultura TAM TAM PRESS, con la sección Despierto y por la calle.

La nube habitada. Poemas de Ana Gorría

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La nube habitada. Poemas de Ana Gorría | FronteraD







Amnios
El velo se desprende. El mundo sangra y cierra sus contornos donde yo ya no es yo después de las semillas. La vida tiende al llanto como una flor carnívora donde amantes y tierra se han cegado. Y no nos entregamos al afuera. La aguja del reloj, el ojo acorralado, la palabra que nace. Decimos que es el barro lo que termina, la llave que perdimos, el sónar de la lengua contra la página. Vamos temblando contra la oscuridad, dejamos que se abra la mañana. Pero no es la estrechez del laberinto la que los animales temen: las selvas del origen serán el primer bosque.





Paralaje
Sobre nosotras, la curva de los astros, la del cielo o la curva del mundo. No estuvimos en lo que observamos. La sombra de la luz en las fachadas ya no nos pertenece. Hay un hilo brillante que une lo que separa, habrá correspondencias y vamos enhebrando geometrías a contraluz. Caeremos o caímos. El vientre inoportuno, la arena movediza. Perdimos nuestros pasos, tal vez por confusión. En la incomodidad o en la tiniebla. Una vez fuimos sin dirección, como tú no sabes cuál es el camino del viento. Nunca nos encontramos bajo la misma luz ¿dónde está dónde? Y sin embargo, la tierra nos comparte y nos extrañará. La gente en la ciudad, la luz en las colinas.






Garabato
Más temblorosas cada día, las letras. No en el oído porque fue cegado. No en la lengua porque su carne sigue abriendo los rieles de la voz. No en el papel que nace. La mano viene y va como un arado: las trazas de su sombra, un pedazo de nada.



Desnudez
Tiempo dedicado a la nada: masticar las palabras como hojas muertas. El grumo del sentido florece en el sudario y el óvulo se entierra en la placenta. Andar en el desierto. El pensamiento gira sobre la carne ciega, unas manos se abren, el tiempo muere en lentas bocanadas.




Inéditos
Ser poseído.
Dejarse poseer.
Naturaleza.



Ana Gorría (Barcelona, 1979)
Como poeta ha publicado Clepsidra (Plurabelle, 2004), Araña (El gaviero ediciones, 2005), De lo real y su contrario (Vitolas del Anaïs, 2005), El presente desnudo (Cuadro de Tiza ediciones, 2005) y La soledad de las formas (Sol y sombra poesía, 2005). Es responsable de diversas traducciones como Travesía escéptica del poeta británico John Ash, en colaboración con James Womack, además de diversas versiones de la poeta gallega Chus Pato. Ha llevado a cabo, también, la edición y traducción de la muestra de poesía última gallega Novas de poesía: 17 poetas para la Fundación Uxío Novoneyra. En el ámbito plástico es responsable del proyecto expositivo Gesto sin finrealizado para el Museo de América de Madrid que se desarrolló como exposición temporal en el año 2013. Una antología de su obra, Sky under construction, traducida por Yvette Siegert se encuentra en prensa para ser publicada durante el próximo año por la editorial Alice James Books.
 

Pedro Campos e Lucia Socías -

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Directo de Pedro Campos e Lucía Socías en A Pousada Das Ánimas
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Atenção senhores políticos: Herberto Helder morreu

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Atenção senhores políticos: Herberto Helder morreu



Morreu, como antevisto em “A morte sem mestre”, perguntando eu a mim mesma, quando acabei a leitura desse seu último livro: que podes tu escrever a seguir? E no entanto acredito que ele terá deixado um último punhado de poemas para publicar, e que esse punhado de poemas ainda terá algo de novo, algo capaz de nos surpreender.
O percurso de vida traçado nos poemas, ou de livro a livro, cronologicamente falando, vai da vida à morte, sim. Tem um ponto altíssimo em O amor em visita, a celebrar a sua explosiva e arrebatada juventude, e nos últimos, sem perder a capacidade explosiva, mergulha num mundo negro, antecipador da morte, mundo de obra ao negro, a contrastar com aobra ao rubro que foi título do meu segundo livro sobre ele.
Nesta segunda fase, notei como os seus admiradores se espantaram com a aparente falta de qualidade dos livros, porque a Poesia, poesia sobretudo romântica, e herbertiana, essa da juventude e idade maior, nos habituou a uma beleza musical e a uma seleção de vocabulário incompatíveis com o andamento furioso da prosa, rude, mal educada, dos últimos anos. Não podemos conter a poesia em frascos de farmácia, devidamente rotulados. As últimas obras são tão boas como as primeiras, simplesmente são um reverso de medalha, escritas por um autor zangado, dececionado com o rumo que tomaram as coisas públicas. Eis uma temática arredia das obras anteriores que, se agora se apresentou, é por ser demasiado significativa.
O Herberto deixou-nos muitos poemas, por isso não nos deixou. Tenho pena que já não haja muita matéria inédita dele para publicar. Só nesse ponto a sua partida é uma perda. Também é uma perda o seu silêncio, é verdade. O silêncio pode conter carga crítica maior do que um grito arremessado à cara de alguém. Noutros pontos de vista, não, o Herberto Helder é um poeta muito grande, que vai ficar connosco para sempre.
Esperemos que este governo que agora temos se lembre de que Herberto Helder merece algum preito de homenagem. Atenção, senhores políticos: haja algum respeito por um dos grandes poetas do nosso tempo e dos maiores da língua portuguesa! De certeza que ele não aceitaria pompas e circunstância, mas há formas diplomáticas de o Estado lhe tirar o chapéu.
Maria Estela Guedes . Odivelas . 23 de março de 2015
todo en TRIPLOV
http://www.triplov.com/herberto_helder/index.html

La Llave de los Campos: Claudio Rodríguez Fer, poeta cinéfilo

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La Llave de los Campos: Claudio Rodríguez Fer, poeta cinéfilo: El pasado miércoles se presentó en la carpa de la Feira do Libro de Lugo la reedición del libro Cinepoemas , de Claudio Rodríguez Fer, publ...

Claudio Rodríguez Fer, poeta cinéfilo
El pasado miércoles se presentó en la carpa de la Feira do Libro de Lugo la reedición del libroCinepoemas, de Claudio Rodríguez Fer, publicado por la Editorial Ouvirmos, que dirige Xosé Aldea, en edición gráfica de Cristina Fiaño.

Cristina Fiaño, Claudio Rodríguez Fer y Xosé Aldea, en la presentación lucense deCinepoemas, poemario debido al propio Rodríguez Fer.


Cinepoemas es un proyecto interartístico vanguardista que ensambla textos y fotogramas en una fusión creativa tan vital como original. Claudio Rodríguez Fer (poeta y prosista de abundante y variada obra traducida a sesenta idiomas) decantó en Cinepoemas su integral pasión por el cine universal, sin olvidar el gallego, en armonía experimental con la escritora e ingeniera en diseño industrial Cristina Fiaño.

La obra está dividida en dos partes, una verbal, dedicada al cineasta gallego Carlos Varela Veiga, que fue responsable durante la Transición del histórico cine-club del Club Cultural Valle-Inclán de Lugo, y otra exclusivamente visual, titulada “Cinegramas”, dedicada a la madre del poeta, quien aficionó a su hijo al séptimo arte desde niño.

Se trata, pues, de un paseo poético por la historia del cine desde Charlot a Woody Allen, de una revisión de los mitos del séptimo arte desde Frankenstein a Marilyn Monroe, de una evocación de las obras maestras del arte más contemporáneo desde el cine mudo al cine de autor, de una reflexión al tiempo emotiva y crítica sobre la educación sentimental de la sociedad actual. Esta edición amplía muy sustancialmente la primera, publicada en 1983, rescatando material sentimental del álbum de recortes cinematográficos de la madre del autor o la correspondencia destinada desde Hollywood a este, siendo adolescente, por el actor Gregory Peck.

De los clásicos del cine mudo se poetiza a los norteamericanos Griffith, Flaherty y Vidor; a los soviéticos Eisenstein, Pudovkin y Dovjenko; a los alemanes Lang y Murnau y a cómicos como Chaplin, Lloyd y Keaton. De los clásicos de la época sonora aparecen Sternberg y Ford, así como el monstruo del doctor Frankenstein o los dibujos animados de Walt Disney.

El cine de autor anglófono se inaugura con Welles, seguido de Kazan, Hitchcock y Kubrick, pero también aparecen el sueco existencial Bergman y el exiliado español Buñuel. El amor con humor moderno está representado por Wilder, Minnelli, Logan y Woody Allen.

Especial presencia tiene el cine italiano, desde el neorrealismo social de De Sica a la revolución amorosa de Bertolucci, pasando por Fellini, Antonioni, Pasolini, Visconti, Cavani, Pontecorvo y Ferreri. Y no menos importancia tiene la Nouvelle vague francesa, muy presente también en la narrativa del autor, y aquí representada por Resnais, Godard, Truffaut y Rohmer. Los alemanes Herzog y Wenders completan este panorama europeo.

Por otro lado, del cine latinoamericano se recuerda la kafkiana adaptación de Borges y Bioy Casares por parte de Hugo Santiago, y, del gallego, la entrañable Mamasunción de Chano Piñeiro, así mismo entrañable amigo del autor y, como el citado documentalista Carlos Varela Veiga, fallecido muy prematuramente.

En este cinéfilo conjunto brilla el vitalismo del norteamericano Huston, del griego Cacoyannis y del japonés Kurosawa, que llevaron al celuloide, respectivamente, los personajes cinematográficos preferidos por el poeta: la inadaptada Roslyn que encarnó Marilyn Monroe, el arrollador Alexis Zorba al que dio vida Anthony Quinn y el auténtico Dersu Uzala que interpretó Maksim Munzuk. A ellos podrían agregarse, como personajes colectivos, las utopías vivientes del suizo Tanner y las sirenas vivaces del australiano Duigan.

Claudio Rodríguez Fer y Cristina Fiaño expusieron en la presentación lo que representó para ellos la elaboración de este proyecto, que recoge toda la poesía de temática cinematográfica del autor salvo el largo poema verbal “Nómades (A era do xabaril branco)”, que no encajaba en el proyecto y que como complemento leyeron conjuntamente al final. En él se trata de la familia Barbagelatta, que introdujo el cine en la Galicia profunda, primero a través de barracas itinerantes y luego de pabellones estables:

E a barraca trocouse en pavillón
das mil e unha noites en Monforte,
Brigitte Bardot estableceuse en Sarria
e Claudia Cardinale namorou en Sober.

Eles trouxeron á Ribeira Sacra
a Rodolfo Valentino e a Charlot,
a Greta Garbo, a Gary Cooper, 
a Marilyn Monroe e a King Kong.

“Todo lo zurdo”. Víctor M. Díez

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“Todo lo zurdo”. Víctor M. Díez | Tam-Tam Press





...
"TODO LO ZURDO", Victor M.Diez


“Todo lo zurdo”, el nuevo poemario de Víctor M. Díez, acaba de salir de imprenta cuidadosamente editado por Varasek Ediciones, un sello especializado en “sacar a la luz textos inclasificables o fuera del mainstream de la literatura actual, con o sin género pero siempre generativos, raros en su acepción de hallazgo y piedra preciosa”.
Así se presenta el libro en la página de la editorial:
Acostumbrado a caminar por el maravilloso lado zurdo de la vida, Víctor M. Díez (León, 1968) embarca junto a la tripulación de los Bucaneers de Varasek, silbando su canción libremente improvisada.
Todo lo zurdo es un catálogo de desenfoques, poemas de una escritura texturizada por su sonoridad casi salvaje, por su variedad de discursos. Desde las resonancias beat de su poemavudú, a la prosa poética del Diario imaginario de Denardo Coleman, pasando por series tan contradictoriamente volátiles como Haciendo pie o Roto, el autor se delata en su dedicatoria al gran maestro del free jazz,Ornette Coleman: el músico de todas las músicas, uno de los creadores más libérrimos e imaginativos del siglo XX.
La mano izquierda haciendo nudos en la lengua, invocando lo harmolódico y zurdo del gran Ornette. Estando roto. Siendo vudú. Haciendo pie. Antiguas direcciones y calles soñadas se mezclan en el mazo de la memoria. Un canto espinoso y atonal como amuleto de zozobras. Todo, sin destreza alguna para los tiempos. (Víctor M. Díez)
Se ha dicho de la poesía de Víctor M. Díez que es “Como un temblor. Una escritura cíclica, envolvente, aunque arraigada en la precariedad. Versos que por momentos abrasan” (Olvido García Valdés. ABC cultural. 30 de abril de 2016).
En ese mismo artículo, la poeta Olvido García Valdés, añadía: “Poesía sonora, poesía escrita. Una escena casi vacía. Una voz que brotara de un muñeco o simulacro que mimara discursos, peligros, afectos. Una voz que anduviera por dentro, haciendo del sentido puro sonido, raro sonido, cavernoso y múltiple, sentido evocado, desplazado. Ocurre así cuando se escucha en escena a Víctor M. Díez, agitador cultural, actor, performer, miembro del grupo SIN RED; poeta de acción, poeta. Su poesía escrita traslada pareja inquietud, igual intensidad”.
Víctor M. Díez. © Fotografía: Vega.
Víctor M. Díez. © Fotografía: Vega.
: : Sobre el autor
Víctor M. Díez nació en 1968 en León, ciudad en la que reside. Entre sus poemarios más conocidos se encuentran Evaporado vaOído en tierraSer no representableVoz fuera de campoFuneral celeste Discurso privado. También ha publicado dos antologías tituladas Todo espera un fuego Maldito baile obligatorio.
Colaborador habitual en prensa escrita, revistas, catálogos de pintura y libros de viaje es, además, un conocido agitador cultural. Trabaja con músicos improvisadores desde hace décadas. Pertenece al cuarteto SIN RED. Como actor, está inmerso en numerosos proyectos teatrales y audiovisuales.

Un poema de SILVIA ABAD MONTOLIÚ.

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POEMA DE SILVIA ABAD MONTOLIÚ


En el hogar de todo lo vivo,
el hombre descubre la ausencia;
los tobillos envueltos en algas.

Una niña entierra las manos
en la arena caliente, Hogar
es allí donde se lame la úlcera.

El día que aprendí la despedida
La abuela inventa la muerte.

(del libro LA NOCHE QUE DEJÓ DE SER UNA ANIMAL)

YO PIERDO EL TIEMPO

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yo pierdo el tiempo

tu pasas

me miras

y por un instante

dispones de todo el Tiempo del Mundo.

Mis ojos

son 

el reloj de los sueños.

(foto de K.)

Ocho pequeños poemas de Ana Gorría | Tam-Tam Press

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Ocho pequeños poemas de Ana Gorría | Tam-Tam Press



OITO PEQUENOS GRANDES POEMAS, DE ANA GORRÍA



La poeta madrileña Ana Gorría.
La poeta madrileña Ana Gorría.
Sexta entrega dedicada a recordar a los poetas que han pasado por la Semana de Poesía Salvaxe de Ferrol, en los últimos ocho años, de la mano de uno de sus fundadores, Karlotti Valle, quien ha elegido en esta ocasión ocho pequeños textos de la poeta madrileña Ana Gorría, que pasó por la Semana en 2012.

: : Ocho pequeños poemas de Ana Gorría

Spider
Louise Bourgeois
A solas con la fiebre,
temblando,
sobre la niebla azul
qué camino trazar,
por qué la urgencia
a quién alzar
este
alfiler de vidrio
incandescente,
cómo cesar la luz,
dónde
depositar
los firmamentos
que arrastro entre las manos,
sin voz,
con la emergencia del hambriento
que niega los eclipses,
el óxido ordinario de las tardes,
lo fácil de las líneas,
que apuesta el estupor
a la temeridad de las visiones,
con la fe del que arriesga
en el costado
la sal de la victoria.
Ovillo
Como una cucaracha boca arriba, roza la voz las cosas,
tocándolas en vano.
Como madeja sucia de hilo negro, la voluntad baldía.
Soñar y deshacerse.
Y lejos, el fantasma que condena. El látigo apagado.
Los naufragios.
Escombrada
Es la cornisa rota y el mundo que se cae.
Igual que el sueño, vuelve
la tarde a ser carne apagada,
cáncer en las paredes de la luz.
Oscuridad que tiembla en un alambre.
Del libro “Araña” (El gaviero ediciones, 2005)
— — —
en ausencia de símbolos
la voz en su mediana incandescencia
así
la lejanía
leve espiral de sol
vientre
llanto

decir es lo que duele
entraña
golpe tras golpe
como pólvora seca
sobre la escarcha
Del libro “El presente desnudo” (Cuadro de tiza ediciones, 2011)
— — —
Fantasmas
El centro de la lengua es imperfecto como pequeñas láminas de uranio. Después lo vertical. En la saliva, temblar en carne viva es la frontera contra lo que se esfuma. Lo que dijimos límite es orquídea. Tan frágil entre huellas es este pasadizo que se borra. Alzada como el humo, quién vuelve a aparecer. La borrosa celeridad del paso, aquello que amenaza: ser primero ceniza, luego humo. La rigidez, entonces, elevada se va hundiendo en el centro del hueso: pequeñas transparencias invocadas como si fueran nombres imperfectos. La ruina de la imagen como un tránsito siempre hacia el mismo laberinto en donde fluye un torpe manantial.
Curvas
La mano que busca se desliza como un caracol frío. Encontrar. No encontrar. Todo lo que deshace. Algo más, contra el tiempo las formas aparecen como huesos alzados de una fosa común. Sin embargo, volvemos a aparecer tan rápidos y hermosos como una nueva era: los dichosos y tristes. Todos rostros sin nombre. Los cuerpos marcan minúsculos caminos como lentos meandros. Alrededor, sin embargo, lo que aparece ha desparecido.
Mojada
Casi gotas de agua, hasta que la distancia se interrumpe. Sucede al tiritar bajo la voz, húmeda y neutra. Es posible pensar aquí en la muerte. Lo que no vemos es. El paisaje que es cuerpo que es paisaje. Respirar como un río contra todo lo que desaparece. Pronto se incendiará la hierba seca, ya el horizonte es curvo y el resto del placer tal vez no baste.
Del libro “La soledad de las formas” (Sol y sombra poesía, 2013)
— — —
Karlotti y Ana Gorría en la Semana Salvaxe 2012. Foto: E. Otero.
Karlotti y Ana Gorría en la Semana Salvaxe 2012. Foto: E. Otero.

: : Sobre Ana Gorría

Ana Gorría nació en Barcelona en 1979, aunque vive en Madrid desde su infancia. Master en Estudios Literarios y Licenciada en Filología Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid. Durante cuatro años se ha formado como investigadora en artes escénicas en el CSIC con una bolsa del programa de formación de Profesorado Universitario. Ha publicado Clepsidra (Córdoba, Plurabelle, 2004), Araña, en colaboración con la pintora Pepa Cobo y el compositor Juan Gómez Espinosa (Almería, El Gaviero Ediciones, 2005), De lo real y su contrario (Granada, Vitolas del Anaïs, 2007), El presente desnudo(Santiago de Chile, Cuadro de Tiza Ediciones, 2011) y La soledad de las formas (Cantabria, Sol y Sombra Poesía, 2013). Su obra aparece en diversos recuentos y antologías de la poesía reciente, entre otras, en Todo es poesía menos la poesía (Madrid, Eneida, 2004) y en Última poesía española (1990-2005) recogida por Rafael Morales (Madrid, Editorial Marenostrum, 2006).
En el ámbito plástico ha desarrollado el proyecto expositivo Gesto sin fin para el Museo de América. En la actualidad, explora los límites entre la imagen y la acción. Como traductora es responsable de distintas versiones de la poesía inglesa, gallega y catalana: autora, junto al poeta James Womack, de la versión deTravesía escéptica, antología del poeta John Ash; y de versiones de la poeta gallega Chus Pato en Hordas de escritura seguido de Secesión (Madrid, Amargord, 2013). Por encargo de la Fundación Uxío Novoneyra, ha elaborado una muestra consultada y bilingüe en gallego y castellano de la poesía escrita en Galicia desde el año 2000, Novas de poesía_17 poetas. Participó en la V SEMANA DE POESÍA SALVAXE, en FERROL, y forma parte de LA ESCOLMA SALVAXE (Un antologia de 42 poetas a los que les une el haber compartido las calles de la Ciudad de Las Grúas en Extinción).

SEMANA DE POESÍA SALVAXE/ FERROL-GALIZA

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Na IX Semana de Poesía Salvaxe

Kali Ferrández y Silvia Penas Estàevez, no Bar El Guarisnais.

Autora do video: Area Erina

Llueve a veces sobre el techo
de nuestra memoria escampa
la luz que persiguen las moscas, se cubre
con la sangre intacta y lumínica del sacrificio alado
y del pavor abuhardillado de la palabra pavor
que no comparto, ni conozco
Llueve a veces sobre el techo
de nuestra memoria escampa
la luz que persiguen las moscas, se cubre
con la sangre intacta y lumínica del sacrificio alado
y del pavor abuhardillado de la palabra pavor
que no comparto, ni conozco

UN POEMA DE KALI FERRANDEZ

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DÉCIMA HIPÓTESIS


La resistencia de un rostro
siempre es su nariz,
todo lo demás son abstracciones
de las que una cara debería prescindir
para terminar siendo la imagen diaria
en la que un espejo se mira a sí mismo

Kali Ferrandez




(Un poema del libro "GODOT NUNCA LO DIJO", premio GLORIA FUERTES, y Editado por Torremozas)

UN POEMA DE KALI FERRANDEZ

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DÉCIMA HIPÓTESIS


La resistencia de un rostro
siempre es su nariz,
todo lo demás son abstracciones
de las que una cara debería prescindir
para no terminar siendo la imagen diaria
en la que un espejo se mira a sí mismo

Kali Ferrandez




(Un poema del libro "GODOT NUNCA LO DIJO", premio GLORIA FUERTES, y Editado por Torremozas)

Víctor M. Díez presenta su poemario “Todo lo zurdo” en Salamanca, León y Madrid

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Víctor M. Díez presenta su poemario “Todo lo zurdo” en Salamanca, León y Madrid | Tam-Tam Press



El poeta leonés Víctor M. Díez presentará en los próximos días su último poemario, “Todo lo zurdo”, en tres ciudades: Salamanca (14 de octubre), León (día 22) y Madrid (día 25).
  • Viernes 14 de octubre, 19.30 horas.
    LETRAS CORSARIAS. SALAMANCA
    A palo seco. Presenta: Antonio Marcos.
    (Entrada por Rector Lucena, 1 o Plaza de San Boal).
  • Sábado 22 de octubre, 14:00 horas.
    LA PEQUEÑA NAVE. LEÓN
    Presentación escénica, acompañado de varios artistas de la ciudad.
    (Av. Alcalde Miguel Castaño 115 -nave 16-, en la calle de la OH! León).
  • Martes 25 de octubre, 19:30 horas.
    LA CENTRAL DE CALLAO. MADRID
    Acompañado por Chefa Alonso.
    (C/ Postigo de San Martín, 8. Metro Callao).
Editado por Varasek Ediciones, un sello especializado en “sacar a la luz textos inclasificables o fuera delmainstream de la literatura actual, con o sin género pero siempre generativos, raros en su acepción de hallazgo y piedra preciosa”, Todo lo zurdo es “un catálogo de desenfoques, poemas de una escrituratexturizada por su sonoridad casi salvaje, por su variedad de discursos. Desde las resonancias beat de supoemavudú, a la prosa poética del Diario imaginario de Denardo Coleman, pasando por series tan contradictoriamente volátiles como Haciendo pie o Roto”. El autor, artista de la improvisación, se delata en su dedicatoria al gran maestro del free jazz, Ornette Coleman: el músico de todas las músicas, uno de los creadores más libérrimos e imaginativos del siglo XX.
De la poesía de Víctor M. Díez ha dicho Olvido García Valdés que es “como un temblor. Una escritura cíclica, envolvente, aunque arraigada en la precariedad. Versos que por momentos abrasan. (…) Una voz que anduviera por dentro, haciendo del sentido puro sonido, raro sonido, cavernoso y múltiple, sentido evocado, desplazado. “.

:: Sobre el autor

Víctor M. Díez. Foto: E. Otero.
Víctor M. Díez. Foto: E. Otero.
Víctor M. Díez nació en 1968 en León, ciudad en la que reside. Entre sus poemarios más conocidos se encuentran Evaporado va,Oído en tierraSer no representableVoz fuera de campoFuneral celeste Discurso privado. También ha publicado dos antologías: Todo espera un fuego Maldito baile obligatorio (esta última, publicada en el sello extremeño Ediciones Liliputienses que dirige el poeta José María Cumbreño, recoge una selección de su obra escrita durante 25 años, entre 1989 y 2014).
Colaborador habitual en prensa escrita, revistas, catálogos de pintura y libros de viaje es, además, un conocido activista cultural. Trabaja con músicos improvisadores desde hace décadas. Pertenece al cuarteto SIN RED. Como actor, está inmerso en numerosos proyectos teatrales y audiovisuales.
Con TAM TAM PRESS colabora desde los inicios de esta plataforma cultural, manteniendo desde hace casi dos años la sección mensual Cancamusa, al alimón con el fotógrafo José Ramón Vega.

:: Un poema de “Todo lo zurdo”:

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Cartel de la presentación en León.

A Hard Rains Gonna Fall {Live at Town Hall 1963}

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A Hard Rain's A-Gonna Fall Una dura lluvia va a caer
Oh, where have you been,
my blue-eyed son?
Oh, where have you been,
my darling young one?

I've stumbled on the side
of twelve misty mountains,
I've walked and I've crawled
on six crooked highways,
I've stepped in the middle
of seven sad forests,
I've been out in front of
a dozen dead oceans,
I've been ten thousand miles
in the mouth of a graveyard,
And it's a hard, and it's a hard,
it's a hard, and it's a hard,
And it's a hard rain's a-gonna fall.



Oh, what did you see,
my blue-eyed son?
Oh, what did you see,
my darling young one?

I saw a newborn baby
with wild wolves all around it
I saw a highway of diamonds
with nobody on it,
I saw a black branch with blood
that kept drippin',
I saw a room full of men
with their hammers a-bleedin',
I saw a white ladder
all covered with water,
I saw ten thousand talkers
whose tongues were all broken,
I saw guns and sharp swords
in the hands of young children,
And it's a hard, and it's a hard,
it's a hard, it's a hard,
And it's a hard rain's a-gonna fall.



And what did you hear,
my blue-eyed son?
And what did you hear,
my darling young one?

I heard the sound of a thunder,
it roared out a warnin',
Heard the roar of a wave
that could drown the whole world,
Heard one hundred drummers
whose hands were a-blazin',
Heard ten thousand whisperin'
and nobody listenin',
Heard one person starve,
I heard many people laughin',
Heard the song of a poet
who died in the gutter,
Heard the sound of a clown
who cried in the alley,
And it's a hard, and it's a hard,
it's a hard, it's a hard,
And it's a hard rain's a-gonna fall.



Oh, who did you meet,
my blue-eyed son?
Who did you meet,
my darling young one?

I met a young child
beside a dead pony,
I met a white man
who walked a black dog,
I met a young woman
whose body was burning,
I met a young girl,
she gave me a rainbow,
I met one man
who was wounded in love,
I met another man
who was wounded with hatred,
And it's a hard, it's a hard,
it's a hard, it's a hard,
It's a hard rain's a-gonna fall.




Oh, what'll you do now,
my blue-eyed son?
Oh, what'll you do now,
my darling young one?

I'm a-goin' back out
'fore the rain starts a-fallin',
I'll walk to the depths
of the deepest black forest,
Where the people are many
and their hands are all empty,
Where the pellets of poison
are flooding their waters,
Where the home in the valley
meets the damp dirty prison,
Where the executioner's face
is always well hidden,
Where hunger is ugly,
where souls are forgotten,
Where black is the color,
where none is the number,
And I'll tell it and think it and speak it
and breathe it,
And reflect it from the mountain
so all souls can see it,
Then I'll stand on the ocean
until I start sinkin',
But I'll know my song well before
I start singin',
And it's a hard, it's a hard,
it's a hard, it's a hard,
It's a hard rain's a-gonna fall.





Oh,¿dónde has estado,
mi querido hijo de ojos azules?
¿dónde has estado,
mi joven querido?

He tropezado con la ladera
de doce brumosas montañas,
he andado y me he arrastrado
en seis autopistas curvadas,
he andado en medio
de siete bosques sombríos,
he estado delante
de una docena de océanos muertos,
me he adentrado diez mil millas
en la boca de un cementerio,
y es dura, es dura,
es dura, es muy dura,
es muy dura la lluvia que va a caer.

Oh, ¿y qué viste,
mi hijo de ojos azules?
Oh, ¿qué viste,
mi joven querido?

Vi lobos salvajes alrededor
de un recién nacido,
vi una autopista de diamantes
que nadie usaba,
vi una rama negra
goteando sangre todavía fresca,
vi una habitación llena de hombres
cuyos martillos sangraban,
vi una blanca escalera
cubierta de agua,
vi diez mil oradores
de lenguas estaban rotas,
vi pistolas y espadas
en manos de niños,
y es dura, es dura,
es dura, y es muy dura,
es muy dura la lluvia que va a caer.

¿Y qué oíste,
mi hijo de ojos azules?
¿Y qué oíste,
mi joven querido?

Oí el sonido de un trueno,
que rugió sin aviso,
oí el bramar de una ola
que pudiera anegar el mundo entero,
oí cien tamborileros
cuyas manos ardían,
oí diez mil susurros
y nadie escuchando,
oí a una persona morir de hambre,
oí a mucha gente reír,
oí la canción de un poeta
que moría en la cuneta,
oí el sonido de un payaso
que lloraba en el callejón,
y es dura, es dura,
es dura, es muy dura,
es dura la lluvia que va a caer.

Oh, ¿a quién encontraste,
mi hijo de ojos azules?
¿Y a quién encontraste,
mi joven querido?

Encontré un niño pequeño
junto a un pony muerto,
encontré un hombre blanco
que paseaba un perro negro,
encontré una mujer joven
cuyo cuerpo estaba ardiendo,
encontré a una chica
que me dio un arco iris,
encontré a un hombre
que estaba herido de amor,
encontré a otro,
que estaba herido de odio;
y es dura, es dura,
es dura, es muy dura,
es muy dura la lluvia que va a caer.

¿Y ahora qué harás,
mi hijo preferido?
¿Y ahora qué harás,
mi joven querido?

Voy a regresar afuera
antes que la lluvia comience a caer,
caminaré hacia el abismo
del más profundo bosque negro,
donde la gente es mucha
y sus manos están vacías,
donde el veneno
contamina sus aguas,
donde el hogar en el valle
encuentra el desaliento de la sucia prisión,
y la cara del verdugo
está siempre bien escondida,
donde el hambre amenaza,
donde las almas están olvidadas,
donde el negro es el color,
y ninguno el número,
y lo contaré, lo diré, lo pensaré
y lo respiraré,
y lo reflejaré desde la montaña
para que todas las almas puedan verlo,
luego me mantendré sobre el océano
hasta que comience a hundirme,
pero sabré bien mi canción
antes de empezar a cantarla,
y es dura, es dura,
es dura, es muy dura,
es muy dura la lluvia que va a caer.


Olalla Cociña acada o Premio de Poesía Afundación

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Olalla Cociña acada o Premio de Poesía Afundación - CULTURA - Sermos Galiza - Diario de intereses galegos

Olalla Cociña [Foto: Charo López]

foto de Charo Lopez

A poeta de Viveiro vén de facerse coa vixésimo cuarta edición do Premio de Poesía Afundación, que a entidade convoca xunto ao Centro Pen de Galicia, á que se presentaron nesta edición un total de 33 obras. 
O poemario gañador -titulado 'Vestir a noite'- é, en palabras do xurado, “unha proposta poética ben artellada e consciente da súa macroestrutura. Un traballo compacto con grandes virtudes expresivas e que ofrece unha visión harmónica dos espazos e dos tempos. Cómpre destacar a imaxinería naútica e a habelencia na clausura dos textos. 'Vestir a noite' achega ao panorama da nosa lírica unha proposta dinámica e refrescante”.
O xurado, que emitiu o seu dictame hoxe segunda feira, estaba composto por Dores Tembrás, escritora; Anxo Angueira, profesor da Universidade de Vigo e presidente da Fundación Rosalía de Castro; Ana Abelenda, xornalista e crítica literaria en La Voz de Galicia; e Xabier Castro Martínez, escritor e secretario do xurado. 

O galardón comezou o seu percorrido no ano 2002 a instancias do PEN Club de Galicia e de Afundación. No seu elenco de gañadores figuran poetas galegos como Xavier Seoane, María do Cebreiro, Román Raña, Arcadio López Casanova, Marilar Aleixandre, Carlos Penelas, Luís Valle Regueiro, Emma Pedreira, Xavier Rodríguez Baixeras, X. Daniel Costas, Yolanda Castaño, Elías Portela ou Miguel Anxo Fernán Vello, gañador da anterior convocatoria. O premio implica a publicación do libro na colección «Arte de trobar» e unha dotación económica de 6.000 euros.
Olalla Cociña Lozano
 naceu en Viveiro (Lugo) en 1979. Licenciada en Ciencias da Comunicación, obtivo no 2000 o premio de poesía ‘O Facho’. Publicou os poemarios 'As cervicais da memoria' (premio Avelina Valladares 2004), 'aquí (intemperies)' (2006), 'Libro de Alicia' (premio Fiz Vergara Vilariño 2008, editorial Espiral Maior) e 'Ningún precipicio' (Toxosoutos, 2013). A súa obra pódese atopar tamén en publicacións colectivas e diferentes antoloxías.. Entre 2011 e 2015 coorganizou o ciclo de lecturas poéticas Picaversos. Ten impartido talleres de animación á escritura e á lectura.

El desconsciente: Ángel Simón

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El desconsciente: Ángel Simón: Ángel Simón La Farmacia de A. Chéjov. Una interpretación de textos del maestro ruso El Fin del Mundo (C/Doctor Fourquet, 28. Madrid),...





Ángel Simón
La Farmacia de A. Chéjov. Una interpretación de textos del maestro ruso
El Fin del Mundo (C/Doctor Fourquet, 28. Madrid), 9 y 16 de febrero de 2014

La oportunidad de ver actuando a Ángel Simón en el pequeño escenario de El Fin del Mundo, una taberna madrileña del barrio de Lavapiés, permite que se establezca una comunicación directa sin las barreras que los patios de butacas, los vestuarios y los altos escenarios de los tetros crean entre actores y espectadores. Eso ma da pie a proponerle una entrevista en la que pueda hablar de sus experiencias con el autor y su obra, con los escenarios y la literatura y con la vida en general. Le planteo una serie de preguntas y la vía online, más sosegada y con mas posibilidad de reflexión para las respuestas, me devuelve sus pensamientos, largos, intensos y apasionados, sin duda, sobre el mundo de la escena, tan lleno de máscaras y de verdades, tan capaz de engatusar como de agitar sensaciones y pensamientos, tan eficaz para, simplemente, entretener y ofrecer distintas visiones del mundo en que nos ha tocado vivir. He aquí la charla con el gallego Ángel Simón (al final de la entrevista, puede leerse una ajustada reseña biográfica).


Javier Herrero
Fotografías: Paula Iglesias

En primer lugar, ¿por qué Chéjov?
Á.S.: He oído decir repetidas veces que Antón Chéjov escribió algo así como esto:


“Es una mirada sobre el campo, una luz fugitiva, una naturaleza muerta, es un sonido rompiendo el silencio lo que hace nacer las ideas, y no un seco razonamiento, una teoría o un discurso”. 
¿Cómo poner a jugar aquello que decimos ‘merece la pena’? A veces, Javier, me pregunto esto, recordando las palabras del maestro ruso. Esa facilidad recurrente con que olvidamos nuestros impulsos, lo que siempre se ha llamado ‘nuestros sueños’, con qué facilidad son abandonados.
Si buscamos alegría, fortaleza y fragilidad, confianza en el hombre, ¿a qué nos referimos? Quiero ver por los dedos, como los ciegos. Y me digo: Chéjov, sus textos, su vida, van a llegar al público, al que tiene hábito de ir al teatro y al que no ha ido nunca. Vamos a estudiarlo, como quien se enfrenta al Ulises, hablando con él, ya sin miedo. Bailo con Chéjov agarrado amistosamente de las barbas. Y Chéjov llega. Se lo cuento. Lo he comprobado. Ahora, con 39 funciones, lo puedo afirmar sabiendo lo que digo. Pero la obra de Chéjov es extensa y continúa...
¿Por qué es útil? Es el pulso de lo vivo, la emanación real con cuerpo, sin decapitación ni postureo. Es acción bien planteada. Y los relatos, las cartas, son buen material para entrar despierto en su teatro.
Por segunda vez, ¿por qué Chejov?
Mira, uno se da cuenta de que las cosas hay que sentirlas entre las manos y tocarlas con los ojos, como los pulpos, sentir su pulso entre las manos y el corazón, para empezar a hablar con ellas, de ellas, en especial en este mundo tan falseado en el que se le llama teatro a cualquier cosa y nadie parece inquietarse. Esto es inquietante. Pues bien, Chéjov resulta un antídoto que funciona
bien contra la discontinuidad de lo falso. Recuerda los consejos al actor contra la vanidad. Su obra no está hueca, es tremendamente ordenada y, desde ello, nace una relación esforzada y atenta.
Hablo como actor o como persona de teatro. Entonces, entran ganas de jugar. Un actor honesto no se permite amaneramientos con sus textos. Y eso el público lo comprende de manera sencilla y efectiva. Uno necesita confiar en el público. Al público le toca Chéjov porque lo comprende. Para él no hay seres de una sola pieza. Él no presenta etiquetas nostálgicas o de otro tipo y luego se retira. No valen tópicos falsos, que no se corresponden con sus composiciones. Es un valiente indagador desde lo preciso.
Y, sin embargo, hay quien no lo entiende así. Hay quien habla de Chéjov como si llevara toda una vida aburriéndose con sus obras, alargando su rostro de tanto contener el aliento. ¿Has oído hablar del clima de Nastraiénie (palabra rusa de difícil traducción)?
Lo justo es conocer sus escritos. Yo lo veo así. Lo primero es extender el material, comprenderlo así, extenso, sin miedo ni agotamiento, aprendiendo a respirarlo. Luego podrá venir la profundidad, pero después de mucho darle a la lectura, de copiar sus textos como si uno los hubiera escuchado o incluso escrito hace ya tiempo, de prestar todos los sentidos a la atención, de haber puesto el material en acción, con sus pliegues y requiebros, arriesgando a dejar hablar errores y virtudes. Y sólo ahí se podrá sacudir el árbol y despojarlo de lo que sobra, y llega el momento de entrever la necesidad que tiene el hombre de volar, con dos pies firmes en la tierra.
Por eso, Chéjov, inagotable, indestructible, como la vida que él observa y estudia, a partir de la cual compone.
Naturalmente hablo como hombre de teatro. La gente ocupada no tiene motivos para someterse a estos excesos. Por eso asiste a las representaciones y ahorra estos recorridos. Para unos y otros es importante comprender y disfrutar la facilidad con que esboza sus personajes, lo mismo en los relatos que en el teatro, cómo habla de ellos en sus cartas a escritores, actores, directores o amigos. Sólo necesita tres o cuatro rasgos para cada uno. Entonces los coloca en una situación reconocible, clara, aparentemente normal. Pero deja hablar a la normalidad sin complejos, sin trucos ni fantasía. Y ésta vibra desde el centro de su rareza, No se permite nunca adormecerse en la descripción del estado de ánimo o el modo de pensar de los habitantes del relato, sino que él dibuja una acción y le exige la transparencia justa para que sepamos cómo sienten y piensan mientras se mueven.
Todo se mueve. Esto es muy ágil y efectivo, pero, además, los trata con cuidado, los respeta. Y sabe sustraer de ese algo justo otro algo que nos lleva a comprender que no lo sabemos todo, que un componente extraño u oculto aprieta o afloja las tuercas y, entonces, lo evidente, muestra su enrarecida y real manera de proceder.
Es así, todos lo sabíamos, pero nadie se había afinado en contarlo tan limpiamente. De los personajes, de los espacios que ocupan, emana un ánimo que no ciegan las apariencias. Emanación del alma o la energía de todo lo que vive, así lo digo y me parece justo.



El espectáculo que presentas tiene dos partes bien diferenciadas. La primera, muy literaria, más narrada. En la segunda le das gran importancia al gesto, a la mímica, a la actuación...
Á.S.: Es cierto. La primera parte se compone de relatos, cuatro, cinco, que van incorporando otros nuevos o se van sustituyendo. Fragmentos de distinta textura, válidos en sí, que componen un objeto mayor. Así son entregados, atendiendo a sus sabores distintos. ¿Cómo enlazarlos? Desde sus diferencias componemos esta primera parte.
La segunda fue escrita por el maestro ruso como pieza teatral para un solo personaje. En esta respeto también el texto, aunque me concedo más licencias, variaciones que vayan a favor del juego. Eso es lo más importante: que el muñeco salga a jugar. Y el muñeco juega. Es el contrapunto a la sobriedad de la primera parte, en la que el texto es el que guía. En la primera pretendo no existir más que lo necesario, sacarme de en medio si es posible. Así me lo ha venido dictando el propio texto. Yo sobro, soy un canal, levanto el texto. Nada más. En la segunda, un muñeco juega.

Actúas en espacios de características muy diversas. ¿En qué manera influye el contexto en tu actuación?
Á.S.: Aquí se da una contradicción, implícita en todo lo vivo, y, por supuesto, en la actuación teatral se hace más evidente. Todo lo que está vivo baila entre el movimiento y la permanencia. La obra ha de ser la misma, pero el espacio no es el mismo, como no lo es el público, ni mi estado físico. Cada noche debo rescatar lo que de común se da, aprendiendo a valorar lo embrionario y a recuperar las huellas que se desdibujan. Debo proceder serenamente.
El recorrido de las palabras es mayor o menor, según las dimensiones o el grado de atención, como lo es la proyección de los gestos o la velocidad de las reacciones y, fundamentalmente, el valor de los silencios sobre los que componemos y nos devuelve el público. Ésta es la clave. Hemos de encontrar un diálogo que respire, que permita a la obra cambiar, pero no demasiado, entre la atención y el disfrute del espectador y el valor que damos a los textos. Y hay públicos que manifiestan su gozo o su descontento de maneras diferentes. Esto es necesario comprenderlo para que lo sustancial de la obra se ponga de manifiesto y nos sirva de referencia.
Recuerdo que el teatro no es acto revolucionario, si entendemos por ello que admite sin más grandes rupturas. El teatro precisa que los pasos sean lentos y reconocible el espacio que recorren o dibujan, para poder despertar a la necesidad del cambio, poder modificar el tempo, las calidades, las estrategias, para reconocer las fuerzas en movimiento.

Estás recorriendo el país pasando por teatros, tabernas, pequeñas salas, centros culturales... Parece un retorno a la imagen antigua de la troupe teatrera nómada (y quizá, precaria).
Á.S.: Nómada sí, precario a veces. Aunque esta precariedad, es parte de la búsqueda entre lo necesario y lo suficiente. Si bien es cierto que las condiciones no son siempre las idóneas, ni mucho menos, nos venimos replanteando qué es lo básico. Y, sorpresa, se van encontrando lugares a los que interesa regresar. Se establecen buenas relaciones.
He concebido esta aventura con A. Chéjov como un estudio que durará lo que se tarde en presentar 121 funciones. Ni una más. Mientras tanto, leo a Chéjov, todo lo que cae en mis manos, y dialogo con quien se presta a ello, ya sea el que ha presenciado una o más actuaciones, o el que sabe ruso y me deja hacerle preguntas, o el que es un entusiasta, generalmente mujeres, que lo adoran. En este sentido me recuerda a Chico Buarque. Esta aventura viene implicando a nuevos interesados.
Entonces es conveniente hacerse esta pregunta: ¿qué se necesita para hacer teatro? Un lugar y una hora en los que citarse con un público, presentar una acción decidida y ordenada, una estructura ardiente y fugaz, en la que se puedan reflejar las vidas de los hombres.
El narrador y Crec, el personaje de la segunda parte, caben en una maleta y sólo les pido que me hagan un hueco para que durante lo que dure este viaje pueda llevar ropa limpia, un libro y una libreta.
Nómada y precario, comenzó, acorde con los tiempos y la condición del comediante honrado. Las condiciones, perseverando, van mejorando y es grato conocer esos lugares que merecen la pena. Sin duda, El Fin del Mundo es uno de ellos. Vamos dibujando un mapa que guardamos celosamente.



El mundo del ocio nocturno parece que se está abriendo a ofrecer algo más que copas y baile... ¿Se nota esto por todo el territorio o solo es algo de las grandes ciudades?
Á.S.: Ocurre, se está dando en todas partes, ciudades y villas. La gente quiere voz activa, se cansa del embrutecimiento, del sometimiento al ruido, al horario, al régimen de las multas. Es preciso recordar que la escucha es la primera muestra de educación y que la gente necesita reunirse y disfrutar de lo común. Toda comunidad gusta de encontrarse periódicamente y recibir el estímulo de unos relatos bien compuestos, que hablen de lo que nos ocurre a todos, como en la obra de Aristófanes, o de una actuación fresca, renovadora. La gente necesita reunirse y guardar silencio.
Al público –esto no lo dudo–, le gusta lo bueno, aunque a veces, por inercia u otros obstáculos, no encuentre lo que le satisface y se conforme momentáneamente con un sustituto; pero, a la larga, tiene que ocuparse con lo que le hace bien. Es pura anatomía.

Quizá hoy existen más salas de teatro que nunca (privadas, oficiales, pequeñas, alternativas...), pero parece que siempre se esté programando a los mismos autores o adaptaciones de películas. ¿Es que no hay nuevo teatro, nuevos autores?
Á.S.: No puedo contestar honestamente a esta pregunta, porque desconozco la situación. Es extraño, pero es así. Al menos ahora, vivo casi al margen de la actualidad. Quiero pensar que hay nuevos autores y grupos que experimentan y arriesgan en su búsqueda del teatro, pero, insisto, paso mucho tiempo encerrado. No es que me guste, y considero importante conocer lo que se hace en el tiempo en que uno vive, o a pesar del que vive, pero es que apenas da de sí para estudiar a los de siempre, componer piezas, aprenderlas, ponerlas ante el público... y estar al día. ¿Debo enmendarme? Es posible. La cuestión del tiempo es un fracaso monstruoso, pero, únicamente, haciéndose consciente puede alguien tomar en serio lo precario de nuestra condición y actuar en consecuencia. No da tiempo a nada. Esto es muy breve. ¡Es horrible! No es el mejor tiempo para el teatro y, sin embargo, este agujero imperfecto es su lugar, la forma del teatro. Teatro nuevo viejo.



Creo que el auge del musical ha perjudicado al teatro literario, al espectáculo de vanguardia o a la experimentación en escena. ¿Qué opinas?
Á.S.: Uno va poco al teatro, como te digo, desgraciadamente, pero es que no me llama mucho lo que generalmente se propone, o no me entero.Ya te digo que no hay mucho tiempo, así que tengo que tirar de la imaginación cada vez que releo un texto y así asisto de algún modo a una nueva representación. Leo e imagino. En este sentido soy ahorrador.
Por otra parte, la realidad es la matriz del teatro, así que toca prestar atención a lo que se mueve delante de nosotros, debajo, recoger y componer. No soy un espectador al uso, eso es verdad. Vivo la mayor parte en Galicia. Tratas de ser objetivo y te dicen exagerado. Yo paso el día en el teatro, a mi manera, claro, recogiendo escenas, texturas, tonos, atmósferas, voces, incluso fragmentos de diálogos que anoto y reproduzco, para los que dibujo estructuras. Recojo calidades de silencio. Eso es lo que hago.
Aprovecho cuando salgo del gran encierro, voy de paso por algún pueblo o alguna ciudad, más en el extranjero. Allí me gusta ir al teatro, voy al circo, nunca al cine.
No sé bien a qué te refieres con el auge del musical. Hay cosas horribles, supongo, auténticos insultos, recargados de medios despilfarrados, que quieren aparentar grandeza y no consiguen aportar. También hay malos músicos y buenos. Los hay muy buenos y... ¿a qué se dedican? Tiene que haber de todo. Pero, en principio, esto no debería afectar al teatro. Por otra parte, no concibo un teatro que no baile sobre una, digamos, invisible relación musical con el mundo. El teatro es música. De ella nace y a ella tiene que devolver su cuerpo. El teatro, como el mito, se baila. Los orientales, como los griegos, saben bien de qué se trata. A nosotros nos corresponde retomar el hilo y reencontrar la relación musical como fundamento.

Volviendo a ‘La farmacia de A. Chéjov’. Parece que el público presente influye en cierta manera e incluso modifica el resultado de tu actuación.
Á.S.: Cuando uno va al teatro y forma parte de un público se está modificando, deja su personita hablando en una cabina (de las pocas que aún funcionen), y se vuelve poroso, al tiempo que forma parte de un colectivo. Yo concibo al público como un cuerpo compuesto, como un elemento, un charco de agua, por ejemplo, o un enorme caudal delante de mí, que por momentos se transforma en un fuego catastrófico, que aporta gran energía, corre riesgo y luego se calma o se enfría, nunca del todo. Este es mi papel, que no detenga sus transformaciones, que la brasa no se apague. Por eso pagan y eso debe recibir el público: un material con el que transformarse. De esta manera tampoco veo rostros particulares. El público es una asociación, una entidad que quiere modificarse.
Es cierto que como material no siempre se encuentra en el mismo punto de partida, en el mismo estado. ¿Cómo llega la materia humana en cada sesión? Eso es complejo así planteado, pero a nivel práctico es más sencillo, más básico. Aquí confío en la obra de Chéjov. Me pongo a su servicio y comienza el viaje. Cada función un viaje. Los casos particulares no me interesan o sólo en un segundo plano. Luego tomo notas, sí, una vez en silencio, recobrada la calma, normalmente en soledad, tras las funciones, sobre reacciones o sorpresas que me hayan dejado alguna huella. No me preocupo, pero las dejo hablar. El público y la acción cambiante son lo más importante. Son las claves de unión y diferencia.



¿Has cerrado la obra o es un espectáculo que evoluciona? ¿Tienes intención de incluir nuevos textos? ¿Verte hoy será diferente que verte mañana?
Á.S.: Continúo afianzando los textos con los que trabajo, son exigentes y celosos. Requieren atención más o menos diaria. Hay otros que estudio y no han aparecido en escena, tal vez lleguen. Siempre se da que alguno viene empujando, buscando su salida. La van encontrando. Antes me alteraba más la necesidad de incorporar nuevos textos. Ahora simplemente los estudio y cuando están listos ya, asoman sin pedir permiso. De cómo empezó a cómo llegará a ser hay una sustancial diferencia. Yo soy el primer sorprendido.

Se habla de cine pequeño, ese en el que se muestra, se narra y se dramatiza de manera un tanto alejada de la gran industria. ¿Puede hablarse también de teatro pequeño?
Á.S.: Claro que puede y debe hablarse de teatro pequeño. Pero también en este caso se trata de corrientes que se dan entre lo que se mueve y lo que permanece. El teatro, todo teatro debe conocer su carácter artesanal, mínimo, para poner en funcionamiento una continuidad, un sentido de la obligación, comunitaria, con su capacidad resolutiva, su precisión, llegado el momento de tomar decisiones. Debe ser práctico, limitado, en principio, para conocer y respetar con solvencia las reglas de juego, ya que es muy difícil abarcar todas las posibilidades del lenguaje. El aquí y ahora debe ser atendido.
Y llega, va llegando el poderío del gran sueño. Lo da la experiencia, la confianza en el público y el material bien elegido, bien cuidado. Insisto, el público quiere lo bueno. Lo otro no lo necesita y puede prescindir de ello. Una buena estructura abre el camino a una buena sorpresa. El teatro pequeño, si es coherente, puede llegar a ser grande, puede modificar sus dimensiones. Redimensionarse. Aprender a hacerlo salva a las agrupaciones teatrales del olvido, el cansancio y la dependencia, en fin, de la ruptura.
Actualmente, hago teatro pequeño. Pero esto, La Farmacia de A. Chejov, que comenzó como una experiencia solitaria, me está llevando a dialogar con profesionales de otros terrenos y nuestra comunidad se viene ampliando a medida que aprendemos a escucharnos. No había pensado en ello, pero las ópticas que afectan a este espectáculo son ahora mayores y más exigentes. Ya somos varios implicados. Hablo de luces, de imágenes, de escenografía. Uno tiene que aprender a sentir con los ojos y el corazón del otro. Se aprende y la carga es más amplia, aunque más llevadera, material de traslado y experiencia que se deja transmitir.




¿Qué tendencias, compañías, autores, obras... hacen juego con tu personalidad artística?
Á.S.: Yo no me tomo muy en serio, hablando en estos términos. Soy tremendamente incompleto y desordenado, voraz. Me ciega la intensidad y el silencio me devuelve al espacio. Esto es horrible, por un lado, por otro, mi única garantía. Me gusta estudiar, discutir, no saber casi nada, poner en duda, mezclar, hablar mal de mí, meterme en problemas y, llegado el momento, resolver las citas.
Un día llegaré a ser asombrosamente específico desde el principio, rigurosísimo, dirán los que me
hayan visto actuar, pero muy vivo. ¿Cuándo? Un día.
Mientras, releo cada par de años, como quien peregrina a un lugar hermoso, cargado de misterio, la obra de Aristófanes, desgraciadamente traducida con grandes carencias, fundamentalmente rítmicas. Los Carboneros (Acarnienses), la más viva. Esquilo, cada tres veranos, hasta que de tanta tragedia me reviento a llorar sin motivo aparente y, entonces, me esfuerzo unos días más, me arrastro en vida, no hablo con nadie, o digo lo que no siento y lo abandono hasta nuevo año. Es un sacrificio necesario. ¡Sabemos tan poco del teatro griego!
Dürrenmatt es mi ejercicio primero para estudiar las estructuras, los géneros y los estilos. Strindberg. Bernhard, y su contrario, Müller, buenos de leer en voz alta. Dramas orientales para releer, es buena práctica para una imaginación cabalgable. La imaginación, entendida como capacidad de transformar imágenes. Adamov, Pinter, Ionesco. El gran Samuel, el irlandés. Woyzeck, cada tanto. Shakespeare, claro. Lo más sorprendente de los últimos años, el teatro de Canetti. Bulgakov y Cervantes. Valle-Inclán. Teatro radiofónico europeo.
Presocráticos, soñar el teatro que disfrutaban los presocráticos, que nunca se aburrían. Kantor. Montajes de Chéjov, pero rusos. Webern, Schubert. Máscaras y coros, por todas partes máscaras y coros, coros y máscaras. La búsqueda de los lenguajes teatrales con Monika Pagneux, mi maestra desde hace diez años, reconduciéndolo todo hacia lo fácil y enérgico. Masa y Poder, hasta que me haga viejo o me quede ciego. La Cía Lumière Fugitive. El chino Gao Xingjian y Chato de la Isla.
Un hombre del teatro: Peter Brook. El trabajo de la voz con Andrés Hernández. El modo en que Roland Kirk palpa el aire o busca sus instrumentos de viento sobre el piano del otro ciego Montoliu, el negro de Barcelona. The Inflated Tear. Monk y sus mundos habitables. João Gilberto, él ha dado con una clave. El mito en relación con el teatro y el teatro como nueva forma del mito. Por decir algo. En fin, no da tiempo. Hazme caso. Acción, que no da tiempo.

Danos fechas para poder seguirte.
Á.S.: Ahora no me lo sé bien. Buscaremos fechas por Madrid durante el mes de mayo. Junio será en Galicia, un intensivo de La Farmacia de A. Chejov en Galicia. Y luego viajar por Europa, después el sur, cuando llegue el otoño. Es mejor ir con el sol.
Lo suyo será consultar la página de Facebook, La Farmacia de A. Chejov AS, con información actualizada, comentarios, algún video y el indispensable seguimiento fotográfico de Paula Iglesias, un nuevo modo de mirar.


Entrevista realizada online por Javier Herrero


Una biografía encima del escenario
Ángel Simón, actor, director, dramaturgo y profesor, aparece en el teatro profesional en 1999. Se diploma el año 2000 en la Escuela de Teatro de María del Mar Navarro y Andrés Hernández, siguiendo la pedagogía de Lecoq y el entrenamiento vocal de Roy Hart, elementos del Odin Teatret y Grotowski. Allí descubre especial interés por el trabajo coral y la escritura escénica, desde las calidades físicas y los universos de la máscara.
En 2004 conoce a Monika Pagneux, con quien estudia anualmente hasta el día de hoy, y acaba invitado a participar en los Cursos Internacionales de Pedagogía para el Teatro, celebrados en Barcelona entre 2007 y 2013.


Entre tanto, continúa su aprendizaje con diversos profesionales de la pedagogía como Alejandro Tosatti (El movimiento desde dentro), Will Keen (Shakespeare: la palabra como acción), Thomas Rascher (El mundo de la máscara de la Familie Flöz), Serge Poncelet (La máscara balinesa) o Graham Dixon (La técnica de M. Chéjov).
Ha venido trabajando en los grupos MU Teatro y Cía. Lumière Fugitive, de los que es miembro fundador, y también ha colaborando con otras compañías como Théâtre Sans Frontières (Reino Unido) o Ultramarinos de Lucas. Ha presentado piezas de BeckettBernhardBulgákovCervantesChéjovDürrenmattLorca y Harold Pinter, además de haber llevado a los escenarios sus propias composiciones.
Cuando en el 2005 funda con Xela Marx su propio grupo de investigación, MU Teatro, se inicia una experiencia de intercambio que lo lleva a viajar por España, Portugal, Brasil, Cuba, Francia, Bélgica y Gran Bretaña con diferentes proyectos: MU Cero (con obras de F. Dürrenmatt), Mu 2 (Teatro Radiofónico), Los Griegos (Mito y tragedia) y La Barraca Subterránea (Teatro de Simios Parlantes).
Ha escrito, interpretado y dirigido o codirigido las obras de Mu Teatro (Dos Kotos, Un sol negro, El beso, De la conmovedora intimidad…), de Ultramarinos de Lucas (Como el amor miente) y adaptado textos de clásicos como Cervantes (La derrota del Quijote), Bulgákov (Una historia verídica), Dürrenmatt (La gran oportunidad) y Beckett (Entre silencios).
Como profesor de teatro, y bajo la inspiración pedagógica de Monika Pagneux, ha impartido clases en España, Portugal, Gran Bretaña y Cuba.
Busca en la figura universal del errante o solitario (El Héroe, El Sabio, El Loco, Trickster Payaso), en diferentes latitudes y tiempos, un nexo intensificado entre el poderío crítico y el disfrute festivo, matriz de toda experiencia teatral, confrontando su acción con el trabajo de la máscara y el juego coral, dos pilares dramáticos.
En la actualidad estudia los textos de los dramaturgos griegos en relación con los mitos fundacionales del teatro y la poesía arcaica, escribe Vértigo para el proyecto internacional Une Lumière Fugitive y, desde junio, presenta el espectáculo La Farmacia de A. Chejov.

Animais Animais, de Xoán Abeleira

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Animais Animais





VULPES VULPES
(Raposo)



I

Asísteme a noite
O ceo en cío
A lúa en
Vulva que reverbera en min
Coa insultante audacia das bestas

O inverno
Preñado de lentidude
Conformoume
Ollo por ollo dente por dente
Coma unha lingua na coveira

A miña tebra reborda
Son o que teño este desexo
E canto teño
Debe buscar saír procurar
Algún espacio que o comprenda





II

Saio
A escuridade súmase
Á escuridade
O teu ferún é o rastro que me alimenta

Qué ben saben as estrelas excitadas
A crabuña do meu sufrimento

E cómo te figura o ar a ti
A quen coñezo e non coñezo
Dende o roibén da miña nai

Os lameiros polos que me arrastro
Están a falarme de ti

O furón intimidado
A curuxa obnubilada
Están a falarme de ti

E olla os umeiros cómo salmean
Cómo repican as abeleiras
Falando a falándome de ti





III

Este é
O desposorio
Mirade

Ouh pais ouh nais todas
Que ó longo do ciclo
Penoso da existencia
Levástesnos no sangue
Para cumprir este momento

Este é
O  desposorio
Mirade

Mirade cómo se abre
As veas o río
A portentosa matriz do val
O lubre de carballos
Para nos dar abeiro

Mirade que non hai ninguén
Xa ninguén hai entre nós
Que recibimos nus
Interiormente nus
Á fin a bendición





IV

De volta ó corazón
Onde non me pertences
Cheguei a ti animal
Onde non me pertences

E agora aséxasme asédiote

Pequena femia descomunal
Toco a rebato na porta
Remexendo o borrallo
Visceral co meu fociño

Ah sí recoñézote
Olga nova sementeira
Ti es ti a que esperaba

Esta é a pel da miña pel
A confluencia dos meus ósos
O lugar para morrer
Que xa tiña previsto

E agora adéntrasme adéntrome

Os dos
Lambéndonos a cara
Revocándonos as feridas
De volta ó corazón

Bebo o teu corpo o teu corgo
Cheo de chuvia o teu seixo
Como o teu corpo a dentadas
O mellor ser do meu ser

Chego ata o cume do fondo
Xémesme xemes xememos e

Coas primeiras puntadas da alba
Estou cosido ó teu ventre

Raposa



(Vía  Biblioteca Virtual Galega)





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